Si vives rodeado de mujeres bellas, elegantes, sencillas, delicadas, fuertes, amables, estrictas, renegonas, chismosas, engreídas, lloronas, "autohumillables", quejosas, observadoras (fijonas), demoronas y mandonas, este blog te permitirá conocer a una más.

El recorrido será largo, desde los cambios emocionales típicos de una fémina, hasta aquellos detalles que te harán suspirar y llorar -incluso si eres hombre y te alucinas un súper macho-. Cada relato te enseñará una nueva lección.

Puede que este blog te ayude a comprender a esa chica con la que sueñas o , todo lo contrario, confundirte aún más. De algo estoy segura, por lo menos al ser escrito por una mujer, las chicas siempre tendremos la razón.

Quiero enseñarte ese camino que me permite agradecer a Dios por su inmenso amor, por ser mujer y por sobre todo: perdonar a esta cosmopolita.

Si tienes alguna sugerencia, escribe aelperdondelcosmopolita@gmail.com

jueves, 27 de mayo de 2010

Carta para una princesa amiga mia....

Querida princesa de Villa Selecta:


Hoy lo vi, en mi interior surgieron sentimientos encontrados, sé que debo seguir tu consejo. pero no puedo . Me duele mucho porque lo extraño.


Sueño a diario con él, imagino ese futuro que fue y que nunca será.
Imagino el día de nuestro soñado matrimonio, Él con el terno negro y yo con el vestido blanco. Imagino a nuestros niños correr por el patio de una casa campestre. Imagino.


¡Es que él y yo somos tan diferentes¡ y eso hace que me sientas más unida a su presencia. Creo que lo amo. No sé si es que amo sus grandes ojos cielo o es que amo aquellos sueños que teníamos juntos.
No sé si amo su bella sonrisa o ese amor imposible que es un néctar atrayente.
Yo sé que su amor me daña, sé que fue mi culpa decirle lo que sentía... una princesa enamorada de un plebeyo, puede que en la vida real sea todo lo contrario, soy yo la sierva y él el príncipe.

Pero a diferencia de mi amado yo soy rica en sueños, en anhelos y él no, quizás eso me unió más a él, quizás intenté hacer que en su interior nazcan sueños igual de grandes que los míos, tal véz ese instinto maternal que tenemos las mujeres me condujo hacia su amor.

Princesa, hermana. No quiero verlo más, pero al mismo tiempo mi corazón a gritos desea abrazarlo, hablarle. No puedo pensar que él juega conmigo, no quiero creer eso, quiero creer que está confundido.

quisiera retroceder el tiempo, a aquellos días en los cuales no lo conocía y plácidamente jugaba por los pastos de mi inocencia y las flores adornaban mi vida.

Hoy por pensar en él mi jardín está marchito y las flores casi extintas.

Sé que pronto va a partir, sí muy pronto , sé que yo una simple sirvienta no podrá conquistar su corazón, quiero creer que sí me ama pero que mi condición inferior le impide decirme lo que siente.

Es que todo era tan bello, hasta que mi amor le declaré y su ego creció .
Hoy me arrepiento de haberlo amado tanto, no seguí tu consejo , has que él te ame más de lo que tú lo amas.

Ya es demasiado tarde, soy yo la que está perdidamente enamorada y he caído en este juego vicioso del amor no correspondido.

Querida Merelinda, solo Dios sabe que esta carta está bañada en lágrimas por un hombre que amé, amo y amaré.


Eunice

Princesa del Sur Querer

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