Si vives rodeado de mujeres bellas, elegantes, sencillas, delicadas, fuertes, amables, estrictas, renegonas, chismosas, engreídas, lloronas, "autohumillables", quejosas, observadoras (fijonas), demoronas y mandonas, este blog te permitirá conocer a una más.

El recorrido será largo, desde los cambios emocionales típicos de una fémina, hasta aquellos detalles que te harán suspirar y llorar -incluso si eres hombre y te alucinas un súper macho-. Cada relato te enseñará una nueva lección.

Puede que este blog te ayude a comprender a esa chica con la que sueñas o , todo lo contrario, confundirte aún más. De algo estoy segura, por lo menos al ser escrito por una mujer, las chicas siempre tendremos la razón.

Quiero enseñarte ese camino que me permite agradecer a Dios por su inmenso amor, por ser mujer y por sobre todo: perdonar a esta cosmopolita.

Si tienes alguna sugerencia, escribe aelperdondelcosmopolita@gmail.com

martes, 13 de julio de 2010

El mundo de mis sueños




Todos de niños hemos tenido sueños, algunas como yo anhelaban ser la versión peruana de la tan famosa y envidiada muñeca barbie , lamentablemente mi pequeña estatura y grandes proporciones impidieron que logre ese objetivo.



Hoy al iniciar este texto, decidí no escribir sobre mis sueños frustrados, sino mas bien sobre aquellos deseos súper 'locos' que engalanaron nuestra dulce niñez, nuestra incomprendida adolescencia y ahora nuestra efímera juventud.



de Niños queremos ser como nuestro artista favorito, que en su mayoría era un dibujo animado. a mi me encantaba la pequeña lulú pero admito que nunca quise ser como ella y menos como su amiga Anita (aunque creo que me parezco más toby).








En la adolescencia vienen a nuestra mente esos pensamientos sobre la estética y prototipo de belleza que la publicidad a diario bombardea. No recuerdo haber pedido a mis padres de regalo una lipo al cumplir mis quince años , pro siempre soñamos con ese cuerpo perfecto.



Hoy mis sueños son diferentes, no sé si mejores pero ahora anhelo un futuro brillante, una profesión, un buen esposo entre otros sueños.



Lamentablemente con la madurez (si consideramos madurez relacionada con la edad) van muriendo nuestros anhelos más ocurrentes e incluso inalcanzables.



he decidio soñar como niña, no abandonar mi futuro pero soñar como la pequeña Eunice soñaba.

Alguna vez soñar con un mundo en el que el chocolate no engorde. Que el día en el que estés enfermo sea la medicina que el doctor recete.
tntos sueños que sé que algún día se harán realidad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sii, cuando estemos en el cielo :)