Si vives rodeado de mujeres bellas, elegantes, sencillas, delicadas, fuertes, amables, estrictas, renegonas, chismosas, engreídas, lloronas, "autohumillables", quejosas, observadoras (fijonas), demoronas y mandonas, este blog te permitirá conocer a una más.

El recorrido será largo, desde los cambios emocionales típicos de una fémina, hasta aquellos detalles que te harán suspirar y llorar -incluso si eres hombre y te alucinas un súper macho-. Cada relato te enseñará una nueva lección.

Puede que este blog te ayude a comprender a esa chica con la que sueñas o , todo lo contrario, confundirte aún más. De algo estoy segura, por lo menos al ser escrito por una mujer, las chicas siempre tendremos la razón.

Quiero enseñarte ese camino que me permite agradecer a Dios por su inmenso amor, por ser mujer y por sobre todo: perdonar a esta cosmopolita.

Si tienes alguna sugerencia, escribe aelperdondelcosmopolita@gmail.com

domingo, 4 de julio de 2010

Los hombres nunca lloran, pero sí en el mundial.

Cuán dificil es para muchos de esto valientes machos derramar esas gotas de nuestros ojos que lo único que hacen es expresar un sentimiento. Y es que para muchos de ellos llorar es una señal de debilidad,`pero este absurdo y casi machista pensamiento se borra cuando disfrtan las victoria y sufren con las derrotas de su equipo favorito en los mundiales.
-------------------------------------------------------------------------------------------------

Decidí verlo. Luego de una larga y necesaria siesta escuché los gritos prominentes de mi hermana adolescente. Pude observar lo inevitable.

las mujeres hemos sido gravemente contagiadas por este virus llamado futbol. sí, esas mujeres que odiabamos ver a nuestros hombres riendo, gritando e incluso pataleando ante cada gol, penal o 'fau' en contra de su equipo favorito.

En la actualidad nos hemos unido a ese vicio. Mi hermana lucía desesperada eran los minutos finales del partido Uruguay -Ghana. Los ojos de la quinceañea (ahora dieciseis añera) brillaban por el odio. Azamoah Gyan jugador del equipo africano, había perdido la oportunidad de un punto y con ello librarse de esos tediosos pero apasionantes penales.

Por otro lado mi madre me sorprendió. Estaba dando de lactar a mi hermana de apenas dos años, a quién sostenía cómo a un balón que se movía fenéticamente en cada altibajo del partido. Podía ver en sus ojos esa risa demoniaca que poseemos las mujeres. El jugador de Ghana Asamoah Gyan lloraba como un niño, quizás presagiando el triste desenlace de dicho enfrentamiento.

Mi mamá apoyaba a uruguay. ¡ son latinos¡ gritaba con entusiasmo. ¡Y algunos son gringos¡ agregó.


Mi hermana apoyaba a Ghana. ¡ es el único país africano que queda¡- me dije a mi misma, que noble es mi hermana, busca la igualdad de participación entre los continentes- ¡además , Uruguay venció a Corea y este es un país asiático. Yo amo a los países asiáticos me gustan los chinitos¡. agregó.

Pasaron a penales. Debo confesar que esta es una parte de los partidos de futbol que más amo. hay una tensión que te hace sentir parte del equipo.

A estas altural del partido aún no sabía a quién apoyar, o por lo menos dar mi humilde barra o escandaloso grito.

Al final del partido el equipo perdedor y el ganador derramaron muchas lágrimas. Unos de alegría y otros de tristeza o impotencia. Esto generó en mi una profunda confusión.

Los hombres muy pocas veces lloran, eso no es de machos dicen ellos. Quise analizar el desenlace del partido.


No es mi costumbre, de vez en cuando vi un enfrentamiento entre Perú y otros países. Lo ví con esa esperanza de poder sentir aunque sea una vez el sabor a victoria. sí, sabemos que vamos a perder pero somo masoquistas. Ya no lloramos, en cada enfrentamiento entre Perú y algún equipo. Las lágrimas ya se gastaron, las lágrimas de alegría desaparecieron, las de tristeza se esfumaron y las de impotencia y dolor se gastaron.

Pero en el mundial, para los que tienen la suerte y satisfacion de ver a su equipo, las lágrimas afloran. No entiendo porque tantos hombres esperan cada cuatro años para derramar ese líquido que nos hace enamorarnos más de ellos, ese líquido que los hace humanos, ese líquido que inunda nuestra alma.

Ellos ignoran que muchas mujeres sienten placer al verlos llorar, creo que es su mejor arma para conquistarlas.

No hay comentarios: